miércoles

Tiranosaurus Cher

Hace un par de días (o de posts, el término espacio-virtual se desvirtua con esto del blog) mi querida compañera Merytospropios habló sobre el fenómeno twitter, algo que invocó en mi perturbada mente, al fantasma de las Navidades pasadas. Más o menos la historia fue esta.

“Alejandro Sanz ha hablado de la Ley Sinde en su twister“. Con esta impactante declaración, el tema de las descargas entraba en mi hogar de la mano de mi madre, quedando claro que las pinturas rupestres son para nosotros tecnología 2.0

No quise corregir el enunciado, sintácticamente intachable, porque tampoco lo hice años atrás cuando llamó a Telefónica exigiendo LSD en lugar de ADSL.


Cualquier intento tecnológico muere al entrar en mi casa

Me retiré a mi cuarto a sopesar qué regalar para el Amigo Invisible. Me encontraba entre dos fantásticas opciones:

Una funcional alfombrilla del water con todo lo necesario para jugar al golf mientras exploras la capacidad de tu puerta trasera.

Un inteligente jersey que ha logrado solventar la razón por la que, pese a hacer -10 grados en el exterior, todos ansiamos en secreto poder llevar manga corta: la posibilidad de ver la hora con comodidad

Leonardo da Vinci era un aficionado al lado de los inventores de estas maravillas…

Estaba yo reflexionando sobre este apasionante tema, cuando me llamaron proponiéndome ir a ver Burlesque, la secuela de Parque Jurásico. Cher debería formar parte de Crepúsculo o True Blood, pues cuenta con las cualidades necesarias para ser un vampiro: es inmortal y ronda los 400 años.

El que la película se estrenara en esas fechas deja claro que se trata de una cinta familiar y navideña. Aquí os dejo una imagen de un descanso del rodaje en el que Cher se va a tomar el aire para evitar que los pómulos se le derritan bajo los focos. Christina aprovecha para explicarle qué tuvo que hacer para conseguir el papel

El error de Burlesque fue tratar de dar dignidad a una gran obra maestra del cine: Showgirls. Una película que cuenta en su guión con frases escritas por mentes sacadas de la NASA, que dan forma a diálogos que incluyen líneas tan bellas como “tienes tetas bonitas, me gustan las tetas bonitas”, no puede ser mejorada. Y no, no dicen tienes LAS tetas bonitas: Showgirls se convierte en el Ulises del cine y huye de la puntuación y de las normas sintácticas deshaciéndose de los artículos definidos absurdos.

Una fotografía tomada durante el rodaje de Showgirls de los guionistas de la película

Para terminar, nada mejor que citar otra frase de esta obra magna del cine: “Siempre hay alguien más joven y más hambriento detrás de ti en las escaleras”. Y esto, precisamente, sería lo que pensaría Alejandro Sanz si jugara al twister


Por San San Antonio

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