sábado

El ataque de los clones

Bigotillos y tupés. Y gafas del tamaño de un Big Mac. En algún momento del último año este look dejó de ser irónico para convertirse en, oficialmente, la moda más fea desde la desaparición de las hombreras y los mullets.
Es difícil tomarse en serio un atuendo tan extravagante como este: El principal problema es que cualquier persona con bigotillo y peinado a lo Vainilla Ice pasa a parecer automáticamente cualquier persona disfrazada de tío con bigotillo y peinado a lo Vainilla Ice.

Por cierto; que Terry Richardson se ponga las botas a follar con ese atuendo no hace que tú vayas a conseguir lo mismo. Tú no eres Terry Richardson. Y punto.


Saliendo de juerga, el tipo del tupé y el bigotillo es como el camino de baldosas amarillas: síguelo para descubrir locales que ni en tus más locos sueños has imaginado.

Por San San Antonio

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