Tengo que reconocer que estoy enganchado a EL BARCO. Ojo: soy consciente de que se trata de un disparate mayor que ofrecer a Lina Morgan ser portada de Interviu. Para comenzar, con los medios de los que disponemos en España, es ciertamente ambicioso hacer una serie que comienza con el siguiente planteamiento: “…se produce un cataclismo mundial, provocado por un accidente en Ginebra durante la puesta en marcha del acelerador de partículas, en el cual desaparece la Tierra, y esta es inundada de agua”.
Todos sabemos que, en ese caso, solo Karmele habría salido con vida del ataque del mar.
Los guionistas se metieron en un jardín de tales dimensiones que debieron de pensar que la mejor solución para salir airosos era apostar por la hipérbole y lo imposible e introducir en la trama peces prehistóricos. Desconozco de donde sacaron el muñeco, pero me recuerda irremediablemente al bichejo de Mi Novia es una Extraterrestre (que, a su vez, me recuerda a un pene, lo cual deja constancia de mi imagen errónea -y temible- de los falos).
Siempre pensé que el extraterrestre era un pene en carne viva… En la imagen, Kim Basinger descubre que masturbar con guantes de crin tiene terribles resultados sobre la epidermis de los genitales.
Resumiendo: el mundo se ha acabado, pero hay Coca Colas para todos y mucho de comer. Esto me suena… ¿Será Nacho Cano guionista de El Barco? Me asusta especialmente la presencia constante de las ensaladas Isabel…
Lágrimas porque la Coca Cola sin vinacho no mola
… Pero las ensaladas lo dicen muy claro: “estés donde estés”. Pues en medio de la nada, en el mar, hay espirales de pasta para los pequeños ágrafos que habitan en el barco. Y si tras ponerte ciego a ensaladitas se te antoja un cigarrito, tranquilo: Malboro les manda desde el espacio una cantidad ilimitada de tabaco.
Mario Casas echándose un pitingo en cubierta tras una copiosa comida
Si lo que te preocupa es pillar un cáncer de tanto piti, don´t worry: la doctora buenorra tiene un laboratorio que ríete tú del de Dexter
La doctora, armada con un bote de líquido rojizo que podría ser perfectamente Listerine, la mejor medicina contra las enfermedades terminales.
Pero una serie española no es serie ni española si no hay lo básico: tetas y culos. En el barco, las tetas aparecen tan juntas que parecen culos y los culos salen con tal cadencia que no sabes si has visto una película de Alfredo Landa o una serie sobre un barco que alberga a los únicos supervivientes del planeta.
Blanca Suárez pidiendo un par de envases vacíos de ensalada Isabel para cubrir sus pechos
Dios está en casa de todos, pero si no hay ya casas, sigue presente en El Barco a través del padre Palomares. El cura en cuestión lleva un traje tan ceñido que me paso el capítulo esperando a que tire del velcro y se despelote a lo stripper.
Fotografía del boceto del traje del curita antes de ser pasado a patronaje. Finalmente se eliminó el pene, lo cual resuelve la incógnita de de dónde sacaron el material para hacer el pez prehistórico del comienzo
Por San San Antonio
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