viernes

El mercader de Venecia

Tras un retraso de dimensiones épicas, vuelvo ahora que tengo tiempo (y cuando digo tiempo quiero decir exámenes) con otra recomendación.
Y como me he hecho de rogar, es buena, I promise.
El mercader de Venecia, basada en la obra de William Shakespeare y dirigida por Michael Radford y con Al Pacino en el reparto. Altamente recomendable.


F. Dorian

La poética Mecano.

Sí, puede que esta entrada pueda parecer así como muy de los principios de los 90, pero como los rumores de que Mecano se van a volver a 'arrejuntar' cada día son más.
Y en mi casa hemos vuelto a la fiebre por José, Ana y Nacho.
Lo que me llega a preguntarme:

¿¿POR QUÉ MECANO NO ESTÁN RECOGIDOS EN LOS MANUALES DE POESÍA??

(Aquí que cada cual piense si como ejemplo de rima perfecta o de lo que lo que jamás se debe hacer)

Pero demostremoslo con ejemplos de su puño y letra:

"No hay marcha en Nueva York y los jamones son de York"

"Hawaii, Bombay, son dos paraísos, que, a veces, yo me monto en mi piso"

"Tumbado en mi hamaca, toco una maraca. Pachín-pachín, canto una de Machín"

"Y decimos adiós y pedimos a Dios"

(Lo sé, estáis emocionados de ver tanta poesía junta)

"Yo soy uno de esos amantes, tan elegante como los de antes, que siempre lleva guantes"

"Pero el domingo me pongo muy fino con mi chaqué de lino"

"Y no sé si seré sensato. Lo que sé es que me cuesta un rato"

"Y en el reloj de antaño, como de año en año"


Y ahora, después de todo esto, es cuando yo declaro, que a pesar de todas estas rimas divinas yo soy FAN de Mecano desde que no levantaba dos palmos del suelo. Y que si hace falta, acampo para comprar las entradas del concierto si al final resulta que se vuelven a juntar.

Porque "una rosa es una rosa"

Por MerytosPropios

sábado

Clasificación taxonómica común



Ha llegado el momento de superar las típicas clasificaciones tipo “Hombre gamba”, “Follable” y “Buenorro”
Demos un contundente golpe a la mesa y acabemos con los arcaicos tópicos creando LA FABULOSA E INSUPERABLE CLASIFICACIÓN TAXONOMICA POR M&M’s.
En un duro ejercicio de autocontrol limitaremos los ejemplos de cada categoría a uno.
1. All day, all night
Esta categoría no se puede definir metódicamente. No hay criterios establecidos. Los hombres más variopintos han llegado a ella y no tenemos explicación de por qué.Para ser considerado un All day all night es necesario crear una obsesión. Por eso el hombre All day all night es más que un tipo bonito. Es la historia de seducción que perpetra su personaje en una película, o en muchas, porque en caso de ser actor seguiremos su filmografía, es su forma de hablar, es su vida privada, es su vida pública, son las fantasías que te montas a partir de él.
Es mucho más sencillo alcanzar este nivel si tu obsesión la comparte otra persona, porque entre dos no se multiplica el fenómeno, sino que se eleva al cuadrado.

Ej. Carmelo Gómez.


2. Uno detrás de otro y así Siempre
Es la categoría inmediatamente inferior al All day, all night. Quizá, con un poco de esfuerzo cualquiera de los hombres que forman parte de esta categoría puedan ascender. Ojo, no todos. Como ya hemos dicho, es necesario crear esa historia de seducción con el sujeto en particular.
Dentro de esta sección encontraremos a aquellos hombres con un gran atractivo, el típico tío al que ves en una película y después de salir de la sala de cine dices: ¡Le hacía un rebaño de hijos!
No es estrictamente necesario que sea un hombre musculado, únicamente tiene que tener un magnetismo especial, un algo…

Ej. Jake Gyllenhaal


3. Reiteradas veces
Este es un hombre imprescindiblemente guapo (porque por lo general esta expresión se suele soltar en la calle, girándote para mirarlo) y que no tiene por qué tener más significación que la apreciación de la belleza. No se necesita implicarse emocionalmente para considerar un Reiteradas veces. Es un piropazo.

Ej.: Gael García Bernal


4. Me lo follaba (Tipo Espósito)
El típico tío sexy. Puede lucir variadas características: músculo, ojos bonitos, pelito bien cuidao, buena percha para los abrigos, cualquier cosa por la que llame la atención ligeramente por encima del resto. A esta categoría puede llegar bastante gente según estas dos autoras, porque valoramos positivamente a la raza humana y a nuestros congéneres masculinos.

Ej.: Como ya hemos dicho, Espósito de Castle. Pero entran muchos, muchos.



SUBESPECIES COMBINABLES
A. Tribu urbana “Los sucios”
Consideramos sucio a todo aquel hombre que lleve barba de más de tres días, con un aire desaliñado, un poco descuidado, quizá. Pero sabemos que todos esos hombres, si te acercas y les hueles, usan Chanel. De ahí que nos gusten tanto.
Ej. Alberto, alias el susio, Ammann



B. Tribu urbana “Los tímidos. Vamos, que te comía todo”
Los tímidos siempre nos remueven algo por dentro. Suele ser un instinto más protector que sexual, pero de vez en cuando nos sorprendemos pensando: "Me encantaría escandalizar un poco a ese cacho de pan". Todo el mundo ha pensado alguna vez que estos cuatro

son encantadores.
También entran aquí intelectuales, modositos como Ewan McGregor en Moulin Rouge, y descorazonados que nos enternecen.

C. Tribu urbana “Hombres con estilo”
Ese hombre que camina seguro de que alguna hembra tarde o temprano se girará hacia su amiga le dirá: “¡Qué estilazo tiene ese maromo, chica!” Así que se pasará la mano por el tupé, sonreirá y se seguirá paseando y provocando miradas entre el público femenino.
Imprescindibles los jerseys de lana, las americanas del color que sean y un buen abrigo con solapas.
Ej. James Franco


D. Tribu urbana “Bohemios y con arrojo”: Típico bohemio sinvergüenza.
Aquí entran todos los seductores que pisan la calle conscientes de a pavimento invita el ayuntamiento. Poetas, músicos, filósofos o moteros fuera de ley, alternativos que predican otro modelo de vida y cuyas vidas son interesantes de ser contadas. Y te las cuentan sin sacarse el pitillo de la boca. Las chupas de cuero combinan perfectamente con este tipo de mentes abiertas.



"Se hacía la chica que quería, tocaba la guitarra y se creía el Jimi Hendrix de Prosperidad"

Por M&M's

lunes

Y fueron felices y comieron perdices

América, o como yo la llamo "Ese monstruo que no quiere que me saque la carrera", no para de hacer series a las que yo me engancho. Como un mosquito que va hacia la luz.
Lo hizo con The Big Bang Theory, con Cómo conocí a vuestra madre, con Castle, con Dexter, con Mad Men... Y hoy me lo ha vuelto a hacer. Y han sido DOS, no una, no, DOS.
(¿Es una compensación cósmica por la desaparición de Free Agents? Puede ser)
El caso, que como los lunes esta pobre alma errante, yonki de las series no tenía nada que ver, las televisiones americanas me han dado 'Once Upon a Time' y 'Grimm'.
De cuentos (Aquí han captado TODA la atención de la niña de cinco años que tengo dentro)

En 'Once Upon a Time' nos encontramos con que la reina ha desahuciado a Blancanieves, al principe encantador, a los enanos y demás seres de cuento a un pequeño pueblo, Storybooker, donde el tiempo está cogelado y de donde no pueden salir (A todo esto, los personajes de cuento no se acuerdan de nada ¿O sí?). Un pequeño niño, Henry, viajará hasta Boston para que la hija de Blancanieves salve a todos los entrañables personajes de la maldición (Todo esto con su profecía y todo ¿eh?)
Así contado, pues lo mismo pierde, así que cortinilla de estrellas y trailer:


(Voy a confiar en vuestro inglés... Excuse moi)

Y la otra de las dos series que hoy nos ocupa es 'Grimm', la historia de cómo un detective de homicidios descubre, gracias a su tía, que además de huérfano es uno de los descendientes de los Grimm (He de decir que esta me ha cautivado, además de por el guión, por ese rollo Buffy cazavampiros. Añoranza de los 90)
Y cortinilla de estrellas y trailer:


(Otra vez en inglés, sí. Pero es que en España llevamos mucho retraso y esto salió ayer del horno)

Yo no me las perdería, pero allá cada cual.

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

Por Merytos Propios

domingo

Trópico de otoño

Comentaba hace algún tiempo por aquí que la gente en verano en Madrid huía del calor muy a costa de su dignidad, y por eso me alegraba siempre de la llegada del otoño. Pero este verano me pareció muy divertido un repunte tropicalista y hawaiano en el atuendo de algunos. A la mierda el pesimismo, parecían decir, aún vemos el sol brillando sobre toda esta mierda. Que Madrid esté asentado en una meseta semidesértica a casi 400 km. del mar era algo accesorio: Tropicalia es un estado mental.

Estos días, un pensamiento aterrador me consume por dentro: Que el tropicalismo no sobrevivirá a este invierno. Que la turbiedad siempre ha acabado por imponerse en Madrid a golpe de, en fin, realidad.

Hay algo de idealista y de ingenuo en todo este mundo paradisíaco. Algo de cartónpiedra. Pero aquí sólo tenemos veinte días de otoño y se pasa del veranazo a la rasca invernal demasiado pronto. El frío que llega te recuerda cada año que las cosas son como son, y ya está ¿Por qué nadie, entonces, se ha decidido a sacar a la venta plumíferos hawaianos?


Haced la prueba: Coged al amigo con más jeto de vicioso violador, ponedle una camisa tropical y... voila! Por arte de magia se convertirá en un entrañable e irónico vividor de simpáticos vicios.







Por San San Antonio

lunes

Felis silvestris catus




O lo que es lo mismo, el típico gato doméstico.
Y diréis "se le ha ido la olla, va a hablar de gatos" Efectivamente, así es.

El gato es aquel animalico que está por casa y se dedica a escupir bolas de pelo, a limarse las uñas hasta dejar los taburetes de la cocina reducidos a mondadientes, a tumbarse sobre la ropa recién planchada y llenartela todita de pelo y a bufar a los invitados.
(Ojo, que yo soy una gran amante de los gatos... Me parecen una inversión de futuro, sobre todo para cuando se me acabe la comida en la nevera)

(Niños, y así es como vuestra vieja abuela perdió la mano)

Pero si algo ha hecho la raza gatuna por nuestra especie, además de comerse nuestras sobras, eso es darnos material Youtube para pasar las tardes (Razón principal por la que están leyendo esta entrada)

Y sin más dilación vamos con mi TOP FIVE (esto se pone en inglés para que quede más rebien) de vídeos gatunos.

En el número 5: Un gato que es una inspiración y un ejemplo a seguir (Más cordura que muchas adolescentes con BlackBerry)


En el número 4: El doble felino de Paz Vega en las escenas dramáticas (Están exactamente igual se sobreactuados)


En el número 3: El gato que está... Triste y azul (Qué poca clemencia, por Dios, pobre criaturita de Dios)


En el número 2: Un arma de destrucción masiva (Estos títulos tan contundentes los aprendí gracias a Impacto Total. De hecho todo lo que sé de la vida lo aprendí allí)


Y por fin, en el número UNO, un gato que me ha subyugado completamente:
(¿Puede haber animal más bello? No lo creo)


Por Merytos Propios



viernes

El perro del hortelano


A los que nos conozcan personalmente no les extrañará que un post (y sobre todo siendo mío) lleve este título.
No, no es que hayamos vuelto a ver por enésima vez la peli de Pilar Miró.
No. Hemos ido a ver teatro de verdad. Al Pavón, para ser exactos.
Sobre el escenario: La compañía nacional de teatro clásico. Ahí es nada.
El guión: Podemos denominarlo... vetusto. Lope de Vega, los trazos de su pluma y una de sus mejores comedias. El perro del hortelano.
Por si alguien anda despistado o ese día no llegó a clase, un pequeño resumen del argumento.
Diana, condesa de Belflor, tras descubrir los amores de su secretario Teodoro y su doncella Marcela, se "encapricha" del galán. Las diferencias sociales entre ambos hacen que su relación sea un tanto... déjemoslo en tormentosa. La solución al conflicto viene de manos de Tristán, criado de Teodoro, quién, gracias a una treta, le encuentra un padre con título nobiliario al secretario, saltando así la barrera del decoro.


Se apagan las luces y empieza el ritual. Mis compañeros de butaca: Marguerite y Dorian. Para nosotros el texto... digamos que no tiene ningún tipo de secreto (Frikis, frikis, frikis) Por eso no nos reíamos con algunos de los chistes. Por eso notamos ciertas mutilaciones en el original de Lope. Por eso salimos entusiasmados del Pavón.
Porque aún sabiéndonos de memoria los diálogos en verso, las escenas y la trama, nos reímos como nunca. Porque las apariciones de los pretendientes de Diana era como poco dignas de Muchachada Nui. Porque incluso cuando nuestras partes favoritas sufrían recortes con los que no estabamos de acuerdo, seguiamos disfrutando. Por eso, porque creíamos que nadie podría igualar la emoción que desprendía la versión cinematográfica de Miró, salimos un poquito más enamorados (si cabe) del Chucho (Sí, así nos gusta llamarlo... porque es como de la familia)

Si ustedes pueden, no se la pierdan, no se arrepentirán.

Por Merytos Propios

lunes

Mi sonido favorito.

Es igual que las abluciones de los musulmanes antes de entrar en la mezquita, te predispone.

Igual que el recorrido de una nariz bajando por el cuello.

Te anticipa.

Es una señal que ni diseñada hubiera resultado mejor: un instrumento claro (un violín, un oboe. Son siempre el blanco de todos los chistes, pero a cambio disfrutan de estos privilegios jerárquicos) mantiene una nota La, y los demás se van uniendo en un caos ascendente, duplicando la nota tenida del concertino en todas las sonoridades que permite la orquesta.

Y después, cuando todos los instrumentistas han podido lucir su La elemental, alguien rompe la tensión cambiando de llave o de pistón, buscando armónicos en su cuerda, y se produce la cascada, y todos empiezan a recorrer la tesitura de su instrumento, comprobando que todo está en orden.

El sonido en ese momento dentro de la sala de conciertos es un torrente arremolinándose, fuerza bruta. Hay miles de notas en el aire.

Cosas que se cuentan por miles:
-Las estrellas de un sistema planetario.
-Los integrantes de un ejército.
-Nudos en una alfombra turca.

Miles de notas distintas entre sí. Un despliegue de potencial.

Poco a poco los músicos van cortando, y la masa ingente de ruido se retrae. Los últimos sonidos barren también el murmullo que había entre el público, y se hace el silencio a la espera de que salga el director. (El capitán del ejército, el artesano tejedor, la estrella).


                                                       Y comienza lo bueno.

Por Marguerite Gautier.

jueves

Dame un limon y conquistare el mundo

Si hacemos caso a los anuncios de la tele, el amo del cotarro metropolitano es un señor cuya juventud juega los últimos minutos de la prórroga en un partido que todos sabemos como termina. La publicidad, que es muy lista, sabe que este tipo de señor juvenil es el target perfecto porque es el único que no te cruza la cara cuando le hablas de "laifestail", aunque no tenga dónde caerse muerto.

A mí me parece muy bonita y muy guay la forma de juventud domesticada que viven estos señores, porque es una juventud sin sobresaltos, como los nuggets de pollo. Aclaro esto porque no todo el mundo piensa como yo. Pero qué sería de este país de envidiosos sin los bonitos y muy necesarios contrastes: Estos tipos escuchan canciones de grupos que cantan sin sonrojarse sobre "echar un polvo" o "meterse unas rayas", celebrándolo como pequeñas victorias, mientras se ríen de chavales jóvenes que follan y se drogan a diario y preferirían pillarse un SIDA a acabar pareciéndose a un señor como estos.


Os lo creáis o no, en algunas culturas se considera a este tipo "un partidazo"




Por San San Antonio

viernes

Volvió


El regreso de Almodóvar y la expectación que siempre causa. Esta vez con "La piel que habito" esa película que amas o odias sobre todas las cosas, sólo hay que ver las críticas en los diferentes periódicos.
Dar una opinión imparcial es imposible, como ya he dicho, porque es una de esas película extremistas, que te vuelan la cabeza en alguno de los dos sentidos. Puede que ahí esté la genialidad del manchego más universal.
Sobre el papel, la historia de un cirujano que tiene recluida en su casa a Vera, su sujeto de experimentos. Y de ahí, agárrate, porque lo demás hay que descubrirlo.

¿Lo mejor y lo peor? Las escenas en que hay tanta tensión que te ríes por no llorar. Por lo curioso de la situación (Las carcajadas en el cine, lleno de gente de más de 50 años, entre nosotros que no llegabamos a los 20, fueron, como poco, curiosas)

Yo no diré "hay que verla sí o sí" (Aunque habría que hacerlo) pero si se tiene curiosidad por ella lo mejor es sacar tú propia conclusión sobre la película.
Aunque sólo sea de cara a los Goya, para decir: "Pues mira, sí, la Anaya estuvo muy bien en el papel"

Por MerytosPropios