Estos días, un pensamiento aterrador me consume por dentro: Que el tropicalismo no sobrevivirá a este invierno. Que la turbiedad siempre ha acabado por imponerse en Madrid a golpe de, en fin, realidad.
Hay algo de idealista y de ingenuo en todo este mundo paradisíaco. Algo de cartónpiedra. Pero aquí sólo tenemos veinte días de otoño y se pasa del veranazo a la rasca invernal demasiado pronto. El frío que llega te recuerda cada año que las cosas son como son, y ya está ¿Por qué nadie, entonces, se ha decidido a sacar a la venta plumíferos hawaianos?
Haced la prueba: Coged al amigo con más jeto de vicioso violador, ponedle una camisa tropical y... voila! Por arte de magia se convertirá en un entrañable e irónico vividor de simpáticos vicios.
Por San San Antonio
No hay comentarios:
Publicar un comentario