martes

Llegó, ya está aquí.

El verano ya llegó (ya llegó, ya llegó)
Musical, ¿verdad?


(Sin el anuncio anual de Estrella Damn no hay verano)

Sí, el verano tiene canciones. Esas canciones que escuchas un 2 de Febrero y te hacen recordar la arena de la playa, las olas del mar, el verano aquel que nunca olvidarás.

Yo os dejo mi canción para este verano. Con un punto extravagante, rarita, sin sentido quizá. Así deberían ser todas.


Y desde aquí invito a mis compañeros a que nos enseñen sus canciones veraniegas.

Desde cualquier isla paradisíaca mental, por Merytos Propios


domingo

Le petit Marsellais patrocina...

Los seres humanos nos caracterizamos por tres cosas. Los pulgares oponibles, la querencia por el folleteo, y por tener miedo a lo nuevo.

Ambas-tres cosas son tan antiguas como la prostitución (o más), y con ellas podemos explicar en un flis flas y bastante mal, la:

Historia ultrarresumida de la humanidad

Éramos monos, afrontémoslo. Comíamos la fruta sin pelar, nos quitábamos las pulgas y piojos con los dedos (nos los comíamos ¡Guarros!), y zanganeábamos por el monte. Vamos, que durante muchos años, vivimos un agosto eterno. Pero ¡oh queridos míos! un día desarrollamos el pulgar oponible. Un dedo, que al poder tocar a todos los demás desde la punta hasta su base, lo cambiaría todo. A partir de ahí, el uso de herramientas se estandarizó, evolucionó, y nos preparó para el futuro uso de un iPhone con una sola mano, con eso lo digo todo.



El uso de herramientas, nos proporcionó ventajas competitivas frente a otros bichejos que rondaban, y eso, sumado a nuestra querencia por el folleteo, hizo aumentar burrencialmente nuestra presencia en el planeta. Para que os hagáis una idea del éxito que hemos tenido como especie, existen más personas como Belén Esteban, las princesas de barrio, o Sergio Ramos, que ejemplares de leopardo de las nieves (un escalofrío recorre mi espalda).


Escasea más que las chonis


Y llegamos al miedo a lo nuevo. Nos persigue desde siempre. No quiero imaginar la de guantazos que se llevó el primer listo que propuso el trueque. La historia occidental, está perlada de ejemplos de lo mismo, gracias a la siempre valiosa aportación de la iglesia católica a la ciencia. Desconfiamos de lo nuevo, desde nuestros orígenes, pasando por la revolución industrial, la aparición de los badulaques 24h, y el 3D en el cine. Somos así.


Esto y más cosas en vuestro badulaque más cercano


Con el tiempo, desarrollamos el concepto de “mal necesario”. Es decir, esto no lo entiendo, me da yuyu y tal… pero hace mi vida más fácil. Así que lo acepto como “mal necesario”. Y ahí aparecieron conceptos como el coche, el blandiblú, los preservativos sabor chocolate y la energía nuclear… Si, todo este post es una gran farsa para dar mi sesgada, partidista y neocolonialista opinión sobre la energía en general.

Lo primero es decir que las “energías limpias” no existen, son los padres. Como limpias, las nuclear es la que emite menos CO2 a la atmosfera. Existen las renovables (que no quiere decir que no tengan impacto ambiental), si. Pero ¿a donde van las placas solares que ya no se usan? ¿Están hechas de azúcar? ¿A que huelen las nubes?
Lo segundo, actualmente, sin nucleares, bye bye al mundo que conocemos. Eso de usar luz en casa, cargar el iPod (que usamos con una mano), los ascensores y los arbolitos de navidad… meeec, fuera. Así que deberíamos modificar los slogans: Nucleares (así) NO.

Somos Spain, afrontémoslo. Compramos energía a otros países, por que producimos menos de la que consumimos (importamos mas del 70%). De la que producimos, el 45% es de origen nuclear.

Si a lo que tememos es a la muerte, propongo empezar por algo más práctico.
El tabaco mata a mas gente que las nucleares en España (y en el mundo), y no nos aporta nada positivo (los impuestos nos los sacarán de otro lado).
Prohibamos el tabaco, después los coches que vayan a gasolina, la laca, y las declaraciones de Mourinho. Cuando acabemos con eso, nos ponemos con las nucleares.


Por San San Antonio

jueves

Piscinas de Lago

Tengo una teoría que dice que acudir a una piscina municipal es una de las cosas más estresantes que existen. Aún así, alguna vez olvido esto y me dejo caer por alguna. La de Lago es la más over the top.

Básicamente, el recinto está dividido en dos secciones con sendas piscinas. La de abajo es un bol de cereales, un maelstrom de michelines resbaladizos y morenos, en ebullición al ritmo de politonos y estribillos bailables. Alrededor de sus aguas, familia y diversión recobran su significado más primigenio.

La piscina de arriba es una especie de Valhalla gay repleto de abdominales y pectorales de color naranja. En ella exhibes tu cuerpo, exhibes tu toalla, exhibes tu móvil, exhibes el libro que lees (¡con la portada siempre hacia afuera!), exhibes tu bañador ajustado como un pulpo a una roca.
Yo en una piscina soy un tío fuera de sitio que refunfuña y mira a todos lados porque siente que está perdiendo el tiempo y no sabe qué hacer. Me jode especialmente comprobar que alguna gente ha nacido para pasar su vida en piscinas. Todos ellos parecen bastente felices.


En un futuro cercano las guerras se empezarán a causa de móviles reproduciendo música en piscinas.


Por San San Antonio

Cuarteto para el final de los tiempos.

La música no es tan sombría como anuncia el título...pero lo que interesa es la interpretación que hace est@ artista con las manos.

(¡Impresionante!)
Por MargueriteGautier.